El emprendimiento en el sector comercial en Venezuela ha vuelto a florecer, de la mano de iniciativas como Holy Chicken, un servicio de comida innovador y disponible por delivery. En esta ocasión, en el marco de los foros virtuales #RelatosdeunEmprendedor, conversamos con el fundador de Holy Chicken, Ricardo Ramírez.

Esta reunión se lleva a cabo todos los días miércoles, en la alianza con el Centro de Innovación y Emprendimiento de la UCAB, junto a la Fundación BBVA Provincial y la Dirección de Egresados.

«Soy de Puerto La Cruz, vine a Caracas en 2011. Mi primera experiencia laboral fue traumática, salí con el pensamiento que todos los jefes eran así y busqué ser mi propio jefe» comenzó a explicar Ramírez sobre su primera experiencia en el sector laboral a corta edad.

De igual forma, contó como integró toda su experiencia previa para poder iniciar Holy Chicken y como afectó la crisis de la pandemia su inicio. «Las franquicias buscaban dignificar distintos productos. La pandemia para mi fue muy fuerte, hasta que empezó la idea de Holy Chicken. Todo el conocimiento que obtuvimos en los startups, llevamos a Holy Chicken. La hamburguesa no es producto que viaja bien, pero nosotros armamos un producto que hizo click» abundó.

«Todo lo que pasé me dejó enseñanza y sigo aprendiendo. Emprender se aprende en la calle, con la experiencia y los golpes» señaló sobre la necesidad de formarse y ganar experiencia en el ramo. «Nos gustaría quedarnos como cadena y sentar las bases para quizás poder franquiciar. Nuestro crecimiento ha sido bastante grande y no sabemos hasta dónde va a llegar» añadió.

Asimismo reveló los planes a futuro de la marca y cuál ha sido una de las claves para este éxito, «Los planes con Holy Chicken ahora es terminar de pegar duro en Caracas. Hay que hacerlo bien y no irse por el camino fácil y rápido. Parte de nuestro éxito es la forma que manejamos el mercadeo y las redes sociales. Nuestro norte es hacer alianzas estratégicas» finalizó.

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