Luis Franceschi, un destacado abogado ucabista, ha construido una trayectoria notable que lo ha llevado a ser secretario general adjunto de la Commonwealth. Además, en cada paso de su carrera, lleva consigo los recuerdos y valores que adquirió durante su formación en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), donde se graduó de la Escuela de Derecho en 1991. Su paso por la universidad no solo marcó el inicio de su carrera profesional, sino que también dejó una huella indeleble en su carácter y en su visión del mundo.
Franceschi recuerda su tiempo en la UCAB como uno de los mejores de su vida. “La universidad, sin saberlo, forma el carácter. Venía de una familia con buenos valores, pero en la UCAB aprendí a convivir con personas de diversas clases sociales, orígenes y perspectivas. Todos teníamos en común el ideal de justicia, y eso fue fundamental para mi desarrollo personal y profesional”, comenta con nostalgia. Esta diversidad en el aula le permitió entender la importancia de la empatía y la colaboración en la búsqueda de soluciones a problemas complejos.
Desde sus primeros días en la UCAB, Franceschi se sintió inspirado por la calidad académica y el compromiso de sus profesores. “Teníamos docentes excepcionales que no solo impartían conocimientos, sino que también se preocupaban por nuestro desarrollo integral. Recuerdo al doctor José Rafael Hernández, el decano en ese momento, quien siempre estaba dispuesto a escucharnos y guiarnos”, recuerda. Esta atención personalizada y el ambiente académico estimulante contribuyeron a forjar su pasión por el Derecho y su deseo de hacer una diferencia en el mundo.
Durante su reciente visita a la UCAB, tras varios años, Franceschi se sintió gratamente sorprendido por los cambios en el campus. “Los avances físicos son impresionantes, pero lo que más me impactó fue la vida universitaria actual. Comparado con mi época, ahora hay una vibrante actividad académica y cultural. Antes, nuestras actividades extracurriculares eran limitadas; hoy, los estudiantes tienen acceso a una amplia gama de clubes y eventos que enriquecen su experiencia”, reflexiona. Esta evolución en la vida universitaria es un testimonio del compromiso de la UCAB con la formación integral de sus estudiantes.
En el contexto actual de crisis y transformación en Venezuela, Franceschi enfatiza el papel crucial que desempeña la UCAB. “La universidad ha sido la conciencia de Venezuela. Ha mantenido su compromiso con los derechos humanos y la democracia, recordando al gobierno la importancia de estos valores fundamentales. En tiempos difíciles, la voz de la UCAB es más relevante que nunca”, sostiene. Su perspectiva resuena en un país que enfrenta desafíos significativos, donde la educación y la ética son esenciales para la construcción de un futuro mejor.
A lo largo de su carrera, Franceschi ha trabajado en diversas organizaciones internacionales, incluyendo la ONU y el Banco Mundial, y ha sido asesor jurídico de Gobiernos y comisiones en todo el mundo. Es reconocible su éxito fuera de nuestras fronteras, sin embargo, siempre mantiene una conexión profunda con su país de origen. “La formación que recibimos en la UCAB nos hace quienes somos. No podemos garantizar el éxito, pero sí el fracaso si nos rendimos. Siempre hay una salida, y es fundamental no perder la fe en el futuro”, afirma. Esta resiliencia y espíritu emprendedor son lecciones que ha llevado consigo a lo largo de su vida, especialmente en su papel como decano fundador de la Escuela de Leyes de la Strathmore University en Kenia.
Franceschi también destaca la influencia de su familia en su decisión de estudiar Derecho. Su hermano Héctor, sacerdote y magistrado del Tribunal Eclesiástico del Vaticano, fue una fuente de inspiración. “Su decisión de estudiar en la UCAB me motivó a seguir sus pasos. Quería imitar su compromiso con la justicia y la verdad”, recuerda. Además, menciona cómo la lectura de “La columna de hierro” de Taylor Caldwell despertó en él el deseo de convertirse en abogado, al igual que el célebre orador romano Cicerón. Estas influencias familiares y literarias cimentaron su deseo de hacer del Derecho una herramienta para el cambio social.
Como líder en la Commonwealth, Franceschi ha coordinado iniciativas que buscan promover la paz, la democracia y los derechos humanos en 56 países. “Hemos hecho muchas reformas y evitado guerras civiles en naciones que estaban al borde del conflicto. La lista de logros es interminable”, explica. Su trabajo no solo refleja su compromiso con la justicia, sino también los valores que adquirió en la UCAB. “La formación en virtudes y el compromiso con la justicia son principios que he llevado a cada rincón del mundo”, añade.
En su diálogo con las nuevas generaciones, Franceschi comparte un mensaje de esperanza y determinación. “Hay que soñar y trabajar duro, pero también es esencial tener fe. Nunca imaginé que terminaría en la Commonwealth; mi camino comenzó en Venezuela y, a pesar de los desafíos, he podido influir en muchas personas en África, Asia, el Pacífico, Europa y América Latina. Todo es posible, no hay límites”, concluye. Este mensaje resuena especialmente en un contexto donde muchos jóvenes enfrentan incertidumbres y desafíos en su futuro.
Luis Franceschi es un ejemplo vivo de cómo los valores universitarios pueden trascender fronteras y contribuir al bienestar global. Su historia inspira a las nuevas generaciones a soñar en grande, a trabajar con determinación y a recordar siempre que la educación es la base para construir un futuro mejor. En un mundo lleno de incertidumbres, su legado es un recordatorio de que, a pesar de las dificultades, siempre hay una salida y una razón para seguir adelante.
Finalmente, Franceschi destaca la importancia de mantener viva la llama del compromiso social. “Es fundamental que los egresados de la UCAB sigan luchando por la justicia y los derechos humanos, no solo en Venezuela, sino en cualquier lugar donde se encuentren. La educación que recibimos nos da la responsabilidad de ser agentes de cambio”, finaliza, reafirmando su compromiso con los valores que lo formaron y su deseo de inspirar a las futuras generaciones de líderes. Su vida y trayectoria son un testimonio de que, con esfuerzo y dedicación, es posible hacer una diferencia significativa en el mundo.
Texto realizado con base en una entrevista hecha por El Ucabista.