La Universidad Católica Andrés Bello es una Institución sin fines de lucro; la fuente de sus ingresos son los estipendios provenientes de matrículas estudiantiles que en medio de la crisis económica que vive el país, dificultan que la mayoría de la población pueda pagarlas. Es por ello que la universidad mantiene un fondo de becas y otros programas sociales que benefician total o parcialmente a unos 3 mil estudiantes, el equivalente a casi 30 por ciento del total de nuestra población de alumnos.
La UCAB se ha planteado como propósito que ningún estudiante que tenga la capacidad para estudiar en la universidad, deba dejar de hacerlo por no poder pagar la matrícula. Sin embargo, la aguda crisis económica hace que cada vez sean más personas las que demandan ayudas y cada vez son más las necesidades económicas de la institución para poder atenderlos.
Con lo que obtiene por el cobro de matrícula y los aportes de amigos en Venezuela cada vez es más difícil sostener la operación de la universidad, en medio de una economía hiperinflacionaria que solo en 2018 superó el índice de 1.700.000%, es decir, lo que en enero de 2018 costaba un bolívar, al cierre de diciembre valía 17 mil bolívares. El aumento de la matrícula no puede ir a esa velocidad porque sería insostenible para muchos más estudiantes.
Es por eso que recurrimos a la contribución de nuestros egresados y amigos que desde el exterior puedan hacer aportes para la universidad. La solidaridad de nuestros egresados ha sido clave para sostener el fondo de becas, pero es necesario obtener más recursos, sobre todo teniendo en cuenta las previsiones y cálculos que hacemos sobre lo que será el desempeño de la economía del país en 2019.
Y más allá de la importancia para la formación de los futuros profesionales que demanda el país, la UCAB juega un papel clave para la sociedad venezolana también pasa por otros ámbitos. Desde la llegada al gobierno de Hugo Chávez, en 1998 se alertó sobre lo que para ese momento se anunciaba contra una amenaza a la democracia y el régimen de libertades. A lo largo de todos estos años, no han sido pocos los pronunciamientos, seminarios, congresos, donde hemos denunciado la gravedad de la situación, pero sobre todo hemos hecho propuestas para salir de la crisis.
Y no es algo que nos sea extraño. La defensa de los principios democráticos se remonta a los propios años de nuestra fundación en 1953, durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y durante los años de la democracia que transcurrieron entre 1958 y 1998.
Pero el agravamiento de la situación económica y social del país, producto de la ineficiencia y la corrupción, propició el desplome de la actividad económica. En medio de ese caos, la Universidad Católica Andrés Bello ha logrado cumplir su misión de ofrecer educación de calidad, formar profesionales y generar conocimiento al punto de ser reconocida como la mejor universidad privada del país y mantenerse en el top 100 de las universidades latinoamericanas, según el ranking QS World University.
Hoy buena parte del país ve con optimismo la posibilidad de que se produzca un cambio en la conducción política y en este sentido creemos que debemos estar preparados para cuando esto ocurra. Más que nunca necesitaremos una universidad fuerte y sana, capaz de seguir dando respuesta atendiendo las necesidades del país en materia de educación y capacitación. Pero no podemos solos y recurrimos a la solidaridad de todos nuestros amigos en el mundo entero. Estamos seguros que juntos podremos superar las dificultades.
Las contribuciones al fondo de becas pueden hacerse a través de http://abcufoundation.org/
Luis Ernesto Blanco / Director de Egresados UCAB