Luego de una larga espera, las colmenas volvieron a verse repletas de estudiantes ávidos de conocimientos. Aunque no es la misma universidad, los ucabistas se volvieron a ver las caras con la misión de aprender y nutrirse del conocimiento que brinda el campus.
Aunque esta experiencia no ha sido sencilla para todos. Después de dos años de educación a distancia, volver al Alma Mater se ha convertido en un ejercicio de primeras veces para muchos. Algunos hijos de la pandemia, otros con un hiato en su camino universitario, en definitiva ha dejado su marca en todos los que hacen vida en la UCAB.
Para Elay Arteaga, estudiante de quinto semestre de Comunicación Social fue un proceso de incertidumbre. Inició sus estudios en el medio de la pandemia, desde su residencia en el Estado Aragua. «Yo empecé clases allá, ya sabía como era presencial y el paso a online no sabía por el tema del internet. Luego me acostumbré», aseguró.
Algo similar le pasó a Bárbara Da Silva, debido a que tuvo un cambio de universidad en el umbral de la pandemia. Entró en un proceso nuevo en una modalidad que no era la más cercana. «Es como adaptarse otra vez a un proceso que ya venía desde antes, pero ahora en nueva situación»
También Ingrid García, asegura que se siente en primer semestre. «Entré y todo el proceso fue virtual. tenía medio con el tema internet y acostumbrarse en un horario en casa», señaló la estudiante de Comunicación Social. No obstante, también tenía importantes beneficios debido a la flexibilidad. Sin embargo, lo más complicado fue crear un vínculo con sus compañeros desde el plano remoto.
«Fue complicado», «No paso», expresaron al unísono varios estudiantes alrededor de Ingrid. «Era difícil, pero al llegar acá cuando pasan la lista los reconoces. Estamos en el quinto semestre, pero parece el primero. Aunque ya formamos un grupo», asevera García. El reto de conectarse desde la distancia ahora se hace mucho más fácil y cercano en el campus ucabista. Aunque la adaptación sigue en marcha y las colmenas están llenas de bullicio.