Hay personas a las que las mueve una necesidad de trabajar por otros. Entre ellas está Andreina De Rufino, ucabista egresada de Relaciones Industriales en 2015 que se dedica a la orientación para el desarrollo de carrera profesional y la consultoría en recursos humanos. Ella trabajó en la vinculación de los recursos humanos con proyectos sociales en Venezuela, razón por la cual tuvo que abandonar el país, y hoy en día ejerce en España. Continúa leyendo para conocer su historia.
Andreina De Rufino Figueira nació en Caracas hace 34 años, aunque de pequeña se mudó a la Isla de Margarita, donde hizo vida hasta su adolescencia. Su muy arraigado liderazgo y su facilidad de conectar con las personas le hicieron considerar que la profesión que elegiría sería la medicina. Sin embargo, con el tiempo descubrió que su verdadera vocación no estaba ahí, sino en trabajar en torno al potencial de las personas, los procesos y de todo aquello que pudiese mejorar. “Esta misión sigue vigente y es lo que me motiva a ser mi mejor versión cada día para ayudar a otros a ser la suya”, añadió la egresada.
De Rufino declaró, además, que siempre sintió interés por entender las dinámicas laborales y el impacto que estas pueden tener en la sociedad. Es así que escogió Relaciones Industriales como carrera por su vinculación con una curiosidad interna que tenía sobre trabajar para el bienestar de las personas. “La UCAB fue mi elección por su prestigio, por su vinculación y responsabilidad social. Me parecía un sueño estudiar ahí”, admitió acerca de su elección de la universidad en dónde formarse profesionalmente.
Respecto a qué disfrutó más en su paso por la UCAB, la industrióloga aseguró que lo más valioso fue la oportunidad de involucrarse en actividades extracurriculares, especialmente en programas de voluntariado que le permitieron aplicar lo aprendido en clases a situaciones reales y complejas. Esto profundizó su comprensión y pasión por la carrera que eligió. “Además, me ayudó a identificar lo que realmente quería en mi vida profesional. Cuando elegí estudiar en la UCAB, fue una decisión basada en la intuición, pero ahora, viendo hacia atrás, veo que tuvo mucho sentido”, comentó.
De Rufino aseguró que, sin ella adivinarlo, la UCAB le proporcionó todos los medios necesarios en cada fase de su vida estudiantil y profesional para llegar a donde está ahora. “Cada profesor, voluntario, director, rector y personal operativo y administrativo influyó y forjó quien soy. No solo fue lo aprendido en las aulas, sino cada espacio que me brindó para desarrollarme, experimentar, equivocarme, enamorarme, reír y llorar”, agregó. Por otro lado, señaló que tuvo la suerte de estudiar con profesores excepcionales y compañeros que hoy son sus amigos, colegas y clientes.
“Tengo varios profesores que puedo destacar, entre ellos Genny Zúñiga, que nos dio una materia en primer año que marcó mi forma de percibir la vida y de poner todo en perspectiva; el profesor Sergio Groppo, que inculcó en mí la curiosidad por lo social y la pasión por hacer las cosas; la profesora Yolanda Díaz, que me enseñó su bondad y me motivó mucho durante la carrera; y el profesor Gustavo García, gracias a quien desarrollé mucho mi disciplina y búsqueda de la excelencia”.
Del edificio de aulas a la edificación de sueños
De Rufino definió la transición entre su etapa universitaria y la construcción de una carrera profesional para ella y para otros como un desafío emocionante. “Siempre supe que quería vincular mi profesión con el impacto social, y gracias a la experiencia en distintas empresas privadas y públicas, hoy puedo decir que estoy profesionalmente en un proyecto propio que fusiona ambas cosas”, complementó la ucabista.
En este punto, no cabe duda de que la pasión de De Rufino por las relaciones industriales es una combinación de curiosidad y compromiso social. Remarcó que le encanta descubrir cómo mejorar las condiciones laborales y potenciar al máximo el talento de las personas, mientras contribuye a que las organizaciones sean más eficientes y humanas. Eso toma muchas formas, pero mientras estaba en Venezuela, por ejemplo, trabajó vinculando los recursos humanos con proyectos sociales. “Allí pude desarrollar y dirigir programas y proyectos de inclusión laboral y desarrollo del talento”, afirmó.
Sin embargo, la egresada, como muchos otros ucabistas, tuvo que empezar de cero profesionalmente al mudarse a España, cuando ya tenía una carrera reconocida en Venezuela. Asegura que esa ha sido la parte más difícil de su trabajo, especialmente porque se trató de una migración forzosa debido a la situación de riesgo y persecución que enfrentan los colaboradores de las ONG en Venezuela, como era su caso. “Esto me llevó a tomar la difícil decisión de migrar para garantizar mi seguridad personal”, afirmó De Rufino.
Aún así, la industrióloga contó que al migrar a España pudo hacer vida en distintas empresas de consultoría, tanto en locales como internacionales, en distintos proyectos de desarrollo del talento, formación, atracción y selección de personal. “Llegué a liderar la red de headhunters especializados en tecnología más grande de España”, agregó, asegurando que lo más satisfactorio es ver cómo ha podido continuar trabajando en su pasión, a pesar de los desafíos.
“Sobre todo al estar impactando positivamente la vida de tantas personas”, indicó De Rufino, considerando que su más grande y significativo logro es haber logrado su propia empresa y producto digital enfocado en empleabilidad y desarrollo profesional, con el que ha logrado un impacto en más de quince países y más de mil personas en casi cinco años.
También considera logros significativos los proyectos sociales de los que formó parte estando en Venezuela y la repercusión que estos tuvieron en las comunidades, entre ellas el haber logrado que la Organización Internacional del Trabajo incorporara a Venezuela en uno de sus programas más importantes para prevenir el trabajo infantil, en 2016.
En cuanto a lo que hace actualmente, la ucabista definió su trabajo como una extensión de su marca personal, que tiene presencia en Instagram con casi 70.000 seguidores y en LinkedIn con casi 7.000. “He trabajado para que mi enfoque en soluciones creativas y éticas se refleje en cada proyecto, lo que a veces implica desdibujar ligeramente la línea entre lo personal y lo profesional”, sostuvo De Rufino, lo que habla de su compromiso con la misión de vida que se ha propuesto.
Para cerrar, nuestra egresada compartió que está colaborando en un proyecto que busca desarrollar políticas de inclusión laboral y empleabilidad. “Además, estoy en plena expansión de JOBCAMP, mi programa formativo diseñado para promover la empleabilidad a nivel global y ayudar a miles de personas a acceder a mejores oportunidades laborales”, añadió Andreina De Rufino.
Nuestra egresada es un ejemplo por su constante búsqueda de propósito, para sí misma y para otras personas, y por su compromiso con el bien común. Es por ello que te invitamos tanto a revisar su propuesta como a seguir lo que está haciendo para nutrirte de su contenido relacionado con la construcción y desarrollo de una carrera profesional.
Texto por Patricia Caballero / Fotos facilitadas por Andreina De Rufino