Finalizamos el año lectivo 2018-2019 y a pesar de todo, el balance de la universidad es positivo. No pretendemos minimizar el hecho de que hoy somos una universidad más pequeña, con menos estudiantes, con menos docentes. Pero en medio de la peor crisis económica y social de nuestra historia republicana, que mantengamos en nuestras sedes alrededor de 10 mil estudiantes; que hayamos graduado a más de mil 500 nuevos profesionales en 2019 y que sigamos siendo luz para el país en medio de la oscuridad habla de un compromiso con el país y con su futuro.
“No estamos en sobrevivencia, estamos en resistencia”, decía el Rector, Francisco José Virtuoso en el reciente acto de despedida las futuros graduandos. Y la diferencia es que no nos conformamos con pasar la tempestad; seguimos trabajando para ponerle fin y este año no paramos.
La universidad no dejó de plantar cara a la tiranía a través de muchas actividades para el rescate de la democracia; tampoco redujo su compromiso social, sino que por el contrario, entendió que en la actual circunstancia su papel debe ser más activo, más protagónico y de mayor incidencia. Ante la devastación, las pocas instituciones que se mantienen en pie deben reafirmar su compromiso con la reconstrucción de Venezuela
En una reciente reunión de los directivos con el equipo rectoral, el vicerrector administrativo, Gustavo García, al convocarnos a participar en la elaboración del próximo plan estratégico de la UCAB, señalaba que no solamente se trata de sobrepasar la crisis actual: debemos seguir pensando en una universidad que seguirá aquí para los próximos 100 años y prepararnos para los retos que se le avecinan a la educación superior universitaria en el mundo entero.
Ese es el reto en mayúsculas. Claro que hay que seguir capeando el temporal: manteniendo el equilibrio entre los ingresos y los egresos: motivando a los estudiantes, profesores y empleados a seguir haciendo su parte, pero sin perder de vista el norte; sin dejar de trabajar por seguir teniendo Universidad Católica Andrés Bello, por muchísimos años más.
Los egresados tienen también un papel que jugar: necesitamos sus conocimientos, su experiencia, su empeño al servicio del país. Y también al servicio de la universidad. Resistimos en buena medida gracias a la contribución de muchos a los que hoy queremos darle las gracias y pedirle que renueven su compromiso con la UCAB. El próximo año será igual o más duro que el actual, pero sabemos que gracias a todos ustedes, volveremos a salir airosos.
Nos encontramos nuevamente a partir del mes de septiembre
Luis Ernesto Blanco
Director de Egresados