Muy querida comunidad ucabista:
Llegamos al final de este 2018. Dentro de pocos días estaremos culminando este período de trabajo para disfrutar de unas muy merecidas vacaciones con motivo de las fiestas navideñas.
Quiero compartir con ustedes la satisfacción de ver un año que concluye de manera exitosa para la Universidad, en el cual hemos logrado superar adversidades inmensas que marcan el día a día de todos nosotros, los que seguimos y persistimos, dando lo mejor de nosotros al servicio de nuestros jóvenes y del país en general.
Consciente del enorme daño del que hemos sido objeto como sociedad, siento que esta Navidad es tiempo de renovar la confianza en nosotros, en nuestras luchas, en el esfuerzo de cada día que hacemos generosamente a través de nuestro trabajo como docentes, estudiantes y empleados para construir una comunidad acogedora, comprometida e inspiradora.
Hoy, como en aquella fecha en que nació Jesús, celebramos como María y José, los pastores y los ángeles, que Dios se hizo parte de nuestra vida, en la figura de un niño frágil, que desde su debilidad irradia ternura, alegría y esperanza.
En esta Navidad, los invito a que sintamos la locura de Dios. Que llegó esa noche de sorpresa cuando no esperábamos a nadie en nuestra mesa, cuando ya creíamos que Dios nos había olvidado, y no contábamos con que quería caminar a nuestro lado.
Hago mías las palabras de Leonardo Padrón: “…Pero es hora de responder. De apostar duro. De vivir cada día como construcción. De devolverle a esta tierra de gracia todo lo que nos ha dado, empezando por el derecho a existir y crecer en su aire, en su luz, en su maravilla, maravilla que vamos a devolverle con nuestras ganas de seguir perteneciendo a un gentilicio, de seguir viviendo en la casa grande de nuestra existencia.”
En nombre de mis colegas que me acompañan en el rectorado, les deseo una Feliz Navidad y un 2019 venturoso. Los invito a renovar nuestros votos para juntos recuperar nuestra nación y alcanzar otro año de éxitos para nuestra universidad en medio de las muchas dificultades que vivimos.
Francisco José Virtuoso
Rector