Este viernes 7 de octubre, el director de Egresados Luis Ernesto Blanco, junto al egresado ucabista José Bonilla, hablaron en una transmisión de Twitter Spaces sobre el legado del padre José Ignacio Urquijo SJ para la universidad y sobre todo en las Relaciones Industriales. Con una concurrida asistencia a la sala, se llevó a cabo una amena conversación, recordando el legado de Urquijo para la UCAB.

José Bonilla, uno de sus discípulos por muchos años en la universidad, aseguró que Urquijo siempre estará presente por su trabajo de una manera u otra.

«Todos los días, se hace presente Urquijo de una manera u otra. En el esquema de pensamiento, en el trabajo. Agradezco y celebro su vida. Fue una persona muy productiva tanto para el país como el mundo. Es un legado escrito y registrado. Agradezco su enfoque de la vida y que me haya transmitido ese amor por la carrera. Desde el principio, no entendía muy bien, pero me di cuenta que era una carrera excelente, pionera de avanzada por muchas razones», apuntó.

Además añadió que Urquijo le dio estructura a la carrera en una universidad, le dio institucionalidad. Participó en la fundación en la Escuela (de Ciencias Sociales) y creó el esqueleto que necesitaba como base la carrera. «Le dio cimientos y fundamentos» aseveró. 

«Lo que significó el efecto multiplicador, graduar a los mejores profesionales para que pusieran a la carrera en el lugar donde debería estar. Hoy por hoy el desempeño de estos profesionales son una evidencia de este enfoque, el trabajo a nivel técnico para impulsar la formación de los cuadros medios como personal clave para el desarrollo de un país. Urquijo fue una referencia de trabajo para todos los egresados» recalcó Bonilla. 

Además agradeció que el padre haya sido un empuje para abrazar la carrera de Relaciones Industriales. Algo que lo llevó a hacer carrera dentro de la universidad en distintas instancias.

«Era beca trabajo, yo no me portaba bien en clase y siempre me movía de puesto. Luego él me ofreció trabajo en el instituto y luego seguí mi recorrido. Aprendí a trabajar con él, trabajar codo con codo, nos sentamos juntos a escribir lo que hacía y cómo trabajaba», recordó. Era un tipo con un sentido del humor espléndido. Tenía argumentos y algo que decir sobre cualquier tema. Era un tipo muy anti institucional, muy crítico a la institución pero no era una crítica destructiva. Fue un tipo rebelde, todo lo que tenía detrás era con un método», finalizó.