En el tercer foro del ciclo que impulsa la Dirección de Egresados junto con el Centro de Innovación y Emprendimiento y el BBVA Provincial, se tocó el tema del «Design Thinking». Fabio Buiza, consultor salvadoreño, especialista en microempresas, diseño institucional y desarrollo metodológico fue el encargado del análisis y la conversación.
Buiza comenzó su intervención, apuntando las diferentes oportunidades que brinda el pensamiento del diseño, en las estrategias de innovación para cualquier producto. También estableció la diferencia entre la creatividad y la innovación.
«El Design Thinking es una metodología, se revisa y se mejora de manera continua a lo largo del tiempo. Busca cosas nuevas y se enfoca en la gente. La innovación convierte las ideas de la creatividad, para generar las soluciones. Una persona puede ser muy creativa, pero no innovadora y viceversa» apuntó.
Asimismo, explicó que las ideas son importantes, pero es necesario llevarlas más allá del papel para poder convertirla en una innovación. Es necesario, más allá de tener la idea en mente, también se moldearla para ser comercializada.
«Tener una idea, no es tener un negocio, aplicar la idea y llevarla al mercado si requiere de innovación. Las soluciones tienen que estar ahí pero también alguien que pueda comprarlas» aclaró.
El especialista en microempresas y diseño institucional, también apuntó que las pruebas son necesarias para minimizar las pérdidas en cualquier proyecto que está comenzando. El tiempo es importante para poder procesar todo lo que se recoge con las pruebas y los prototipos del proyecto.
«Debemos hacer prototipos para probar, todavía no podemos entrar a producir un producto finalizado. A partir de las ideas que generamos, buscamos las más factibles y las probamos. este proceso lleva tiempo. No siempre la solución que conseguimos en la mejor para nosotros mismos» aseguró Buiza.
Finalmente, resaltó el papel de la empatía hacia el cliente, dentro del proceso de creación y de formación del proyecto. Fabio Buiza aclaró que es muy importante conocer lo que siente el cliente para poder brindar las soluciones de forma acertada.
«Tenemos que ser empáticos, tenemos que conocer que sienten los demás. es una habilidad que se aprende pero es muy difícil. Muchas soluciones a las grandes cosas no vienen dentro del mundo en el que gravita el problema» cerró.
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