La transformación educativa digital de la UCAB está en marcha

7 de enero de 2021

El Plan  UCAB 2023, instrumento que guiará el funcionamiento de la universidad durante los próximos tres años, tiene como uno de sus ejes estratégicos «Conectar», lo cual implica un conjunto de acciones para aumentar la vinculación de la institución con sus estudiantes, organizaciones del sector productivo, así como para fortalecer los procesos de investigación y transferencia de conocimientos.

En ese marco, uno de los objetivos que se ha planteado la UCAB es la virtualización de sus procesos, es decir, «crecer en la oferta formativa a distancia y en el empleo de tecnología como apoyo a la presencialidad, promoviendo la cultura de la virtualidad y asegurando los atributos de calidad necesarios», según se lee en el documento.

Para lograrlo, la UCAB está aplicando una serie de estrategias. Sobre esto conversaron recientemente la directora Centro de Estudios en Línea (CEL), Marysabel Suárez, y la jefa de Aseguramiento de la Calidad de la Dirección de Tecnología e Información (DTI), María Esperanza Luis, quienes compartieron en una tertulia online sus opiniones sobre lo que implica la transición de las universidades hacia lo digital, la consecuente inclusión de la tecnología en dicho proceso y la línea de trabajo sobre la cual está avanzando la UCAB.

El evento se realizó como parte de la Feria del Libro del Oeste de Caracas 2020 y estuvo moderado por Luis Ernesto Blanco, profesor y director de Egresados UCAB.

Ambas especialistas coincidieron en que, más allá de la pandemia, el futuro de las universidades, incluyendo la UCAB, está en la modalidad mixta o multimodal, que mezcla la formación presencial con la educación a distancia.

En ese sentido, Marysabel Suárez, directora del CEL, puntualizó los esfuerzos que ha venido haciendo la dependencia a su cargo para poner en funcionamiento una plataforma académica y pedagógica online, gracias a la cual se hizo posible la «presencialidad remota» con la que ha venido trabajando la universidad en respuesta al apremio por la llegada de la Covid-19 y de cara a la postpandemia.

Suárez reveló que la aplicación del Modelo se ha fundamentado en tres elementos: organización, tecnología y pedagogía.

«La UCAB cuenta con un modelo de virtualización que busca transformar la competencia formativa  que está declarada en cada uno de los programas académicos de la universidad. Nosotros (el CEL) hacemos la adecuación de esa competencia en recursos medibles y observables para lograr esto que se necesita desarrollar», afirmó.

A bien de lograr este objetivo, el CEL ha dispuesto el trabajo de múltiples diseñadores, que se encargan de dar forma a la propuesta de virtualización de los contenidos en el lenguaje adecuado, y de profesores ucabistas que, con su experticia, ayudan a guiar los materiales que se diseñan, todo con el fin de generar una «educación virtual que sea estratégica, efectiva y sostenible».

Marysabel Suárez indicó que la transformación digital pedagógica que se ha puesto en marcha en la universidad en los últimos meses requiere de una infraestructura tecnológica que sea capaz de soportar las aulas virtuales, la disposición en módulos de los contenidos y las herramientas que se utilizan para la conceptualización de la educación a distancia.

LA TRANSFORMACIÓN PASA POR LAS PERSONAS

Otro reto que asumió la UCAB para lograr la transformación digital educativa ha sido la inversión en tecnología óptima para propiciar la virtualización. El propio plan UCAB 2023 deja claro que «las plataformas tecnológicas deben ser de calidad», por cuanto constituyen el habilitador para alcanzar los objetivos. Para ello, la institución está ejecutando importantes inversiones para expandir la conectividad (Internet), realizar la adecuación tecnológica de centros, institutos de investigación y laboratorios de la universidad, y para «establecer una modernización tecnológica al servicio de los procesos de enseñanza». 

Sobre esto habló María Esperanza Luis, jefa de Aseguramiento de la Calidad de la DTI, quien considera que la incorporación de un entorno virtual en los salones de clase «tradicionales» es el primer paso para  reunir a estudiantes de otros países con los alumnos que, eventualmente, regresarán a las actividades presenciales.

Luis explicó que su departamento tiene como una de sus metas acondicionar las instalaciones de la UCAB para, por ejemplo, contar con la participación de expertos internacionales a través de videoconferencias realizadas in situ y sin mayores dificultades.

Adicionalmente, reafirmó el compromiso de la institución en relación a ofrecer un mejor servicio a sus estudiantes y a innovar constantemente con nuevas experiencias de aprendizaje.

«Estamos trabajando no solo en la actualización de la plataforma de educación a distancia, sino que buscamos incorporar alta tecnología. También queremos ofrecer una sola plataforma para los distintos públicos a los cuales nos dirigimos y, además, estamos actualizando nuestro sistema académico-administrativo para ofrecerle un mejor servicio a los estudiantes», mencionó.

Tanto María Esperanza Luis como Marysabel Suárez reiteraron que el modelo educativo híbrido que aplicará la UCAB en los próximos años requiere no solo de la adaptación y el fortalecimiento profesoral, sino la transformación de la propia experiencia de los estudiantes.

Luis reflexionó sobre el papel que juegan —y jugarán— las personas en la transformación digital de la universidad, poniendo sobre la mesa la importancia de la adaptación de toda la comunidad universitaria a este nuevo paradigma.

«Al principio de la pandemia, una de nuestras primeras limitaciones éramos nosotros mismos. El tema de trabajar desde casa a nosotros, los del DTI, no se nos hacía tan raro, pero a mucho del personal de la universidad si. Por eso, la transformación de la universidad pasa por las personas. Lo primero que debemos hacer es desarrollar esas competencias tecnológicas en nuestro personal, precisamente para vean el potencial que tenemos allí», concluyó.

♦Texto: Diego Salgado/Fotos: Manuel Sardá

Con información de El Ucabista