El vicerrector administrativo de la UCAB, Gustavo García, recomendó a los encargados de la gestión de las instituciones educativas, estructurar comités para afrontar la crisis y aseguró que la UCAB trabaja para adaptarse y asegurar el regreso de los estudiantes a las aulas sin peligro. Todo en el marco del foro virtual organizado por el CIAP-UCAB «Gestionando la crisis. Preparándonos para la vuelta a clases».
«Tenemos que reinventarnos, esto no es un cliché, es una realidad. Todos los países del mundo tenemos retos compartidos, varían las intensidades, pero es el momento de la reinvención a fondo».
El vicerrector administrativo apuntó se debe llevar a cabo una limpieza profunda de las instalaciones educativas y adiestrar al personal que tiene contacto constante con el público. También recomendó acatar las actualizaciones en materia de prevención y seguridad que hace constantemente la Organización Mundial de la Salud (OMS). La universidad ya está gestionando la entrega del mascarillas y guantes al personal de Atención al público, así como medidas de protección para los trabajadores con más de 65 años de edad.
«Estamos planteando la posibilidad de la vuelta al trabajo dejando en casa a las personas mayores de 65 años con la opción del teletrabajo, aunque es a ese grupo al que más le cuesta el uso de la tecnología».
García también agregó que las instituciones deben prepararse para el uso de los mecanismos a distancias, debido a que a pesar de que se levante la cuarentena, continuarán los problemas de movilidad y transporte en el país. También consideró el problema y las dificultades de la conectividad a Internet en Venezuela.
«No podemos esperar a prepararnos para las clases no presenciales cuando el gobierno decida que podemos volver, hay mucho que hacer desde ahora. Hay que echar mano profundamente del uso de la tecnología en el aula».
Por supuesto, el reto más grande que enfrenta la universidad radica en el plano económico.García reconoció que se deben establecer sistemas de pago más flexibles y estrategias para el financiamiento de la universidad.
«Debemos reconocer el avance de nuestras instituciones educativas hacia la modernización, independientemente de sus limitaciones. Reconocer la importancia del liderazgo, reconocer la importancia de la vinculación estrecha entre lo académico y lo administrativo. Lo más importante, incluso en momentos de guerra, es que siempre hay alguien que quiere aprender y alguien que quiere compartir algo».