La Universidad Católica Andrés Bello, en el arribo al 2020, se encuentra culminando la hoja de ruta planteada en el marco de su Plan Estratégico UCAB 2020. Desde su inicio en 2015, dio lugar a una agenda de organización y eficiencia con ánimos de poder responder a las exigencias de un contexto complejo, especialmente signado por una crisis económica y social sin precedentes. Este momento estratégico significó desarrollar capacidades de gestión en las unidades académicas y administrativas y realizar los cambios organizativos necesarios para la incorporación de nuevos procesos estratégicos relacionados con la internacionalización, la virtualización y otros aspectos relacionados con una renovación académica y administrativa integral.
Fue así como pudimos mantener las operaciones, pero sobre todo, preservar nuestros atributos fundamentales de calidad, lo que ha supuesto permanecer en muy buenas posiciones en los rankings latinoamericanos. Aunque en Venezuela todas las organizaciones se han hecho más pequeñas, el mantener una visión de largo plazo y responder a la emergencia con un sentido estratégico nos ha permitido planificar el achicamiento y mantener, inclusive en ocasiones mejorar, todos los procesos del quehacer universitario (docencia, investigación y extensión). Además, ha sido posible preservar un modelo inclusivo de universidad, centrado en la formación integral, siendo que la mitad de los estudiantes poseen alguna forma de ayuda económica. En este contexto se ciernen grandes riesgos sobre las organizaciones, siendo tan mala la presbicia como la miopía.
Es por ello que la UCAB no ha perdido de vista las grandes transformaciones y tendencias en la educación superior en el mundo, relacionadas con los cambios tecnológicos, la restricción del financiamiento, los cambios en las expectativas y valoraciones que los jóvenes tienen sobre la educación y el involucramiento de las propias organizaciones en la certificaciones de competencias. No son tiempos de abandonar esa agenda. Son tiempos de decisiones equilibradas, que supongan responder a la crisis en la medida en que se dan pasos certeros para un proceso de transformación de más largo plazo.
En este 2020, la institución se encuentra desarrollando un nuevo Plan Estratégico (UCAB 2022). La nueva agenda tiene como habilitador fundamental la innovación; el pensamiento crítico, reflexivo y disruptivo debe instalarse de manera complementaria a las capacidades de gestión previamente consolidadas. El plan considera una agenda con tres ejes estratégicos fundamentales:
A) Conectar: sólo a través de alianzas y la consolidación de redes es posible que la universidad cumpla su rol en la sociedad actual. Esto implica fortalecer las capacidades para la interrelación y el trabajo conjunto con otras instituciones de educación superior, con el sector productivo, con las comunidades y nuestros egresados, ampliando el alcance y la profundidad de los procesos de generación e intercambio de conocimiento.
B) Diversificar: solo mediante la innovación y el enriquecimiento de los procesos y servicios actuales pueden satisfacerse las necesidades y expectativas de la sociedad en cuanto a los procesos de vida individuales y las estrategias de mejora e incremento de la productividad de las organizaciones. Mayor flexibilidad, transversalidad y diversidad de la oferta de formación son claves para la sostenibilidad de la labor universitaria.
C) Consolidar la calidad con sustentabilidad: La calidad y la formación integral son los aspectos centrales para el éxito de la labor universitaria y no está reñida con la necesaria eficiencia asociada a un adecuado manejo de recursos. Fortalecer las competencias de nuestro talento y fortalecer aspectos relacionados con los procesos, la tecnología y la cultura son vitales para seguir avanzando.
Nuestros egresados son un actor clave en todo este proceso de planificación estratégica. No solamente porque constituyen una base fundamental de nuestro talento humano que lleva y motoriza toda la agenda de trabajo y los principales aliados que tienen nuestros programas sociales. También se ubican en posiciones clave de organizaciones aliadas a la universidad, lo que sin duda ha facilitado esa relación. Finalmente, son nuestros antiguos alumnos los que representan la calidad del proceso formativo ucabista y los principales embajadores que tiene la universidad en el mundo entero.