Durante el foro “Docencia en tiempos de miseria y dictadura”, el decano de Humanidades y Educación de la UCAB, José Francisco Juárez, dio inicio al evento resaltando la importancia de crear espacios de luz, en medio de tiempos de oscuridad. “No es momento de lamentarnos, sino de ver hacia el horizonte. La universidad es el antídoto frente a las dictaduras”.
Asimismo, el rector de la UCAB, Francisco Virtuoso señaló los principales retos que enfrenta la casa de estudios. También la directora general del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES-UCAB), Anitza Freitez contextualizó la situación del país y reconocidos investigadores trajeron al presente momentos históricos vividos en Brasil, Argentina y Cuba, donde las casas de estudios se han enfrentado a situaciones similares a las de Venezuela.
Los retos de la UCAB
El rector Virtuoso indicó que la Universidad Católica Andrés Bello ha mantenido un rol activo en el país, en la opinión pública y en la formación de generaciones que le han hecho frente al gobierno.
“La UCAB nació en dictadura, en 1953, y ha resistido con sus estudiantes. Desde entonces, la universidad no ha detenido su crecimiento y hemos caminado en los lineamientos establecidos por la Unesco. Hemos logrado enfrentar la situación país siendo fieles a las grandes tendencias de pensamiento universitario, siendo un espacio de diálogo, creatividad y pensamiento crítico ante lo que nos ocurre como sociedad”.
Agregó la importancia del compromiso que deben tener los docentes con el país y la institución, sin el cual es imposible ser universidad. “Más que ser docentes, hay que ser maestros y guías para ayudar a otros a encontrar sentido a su vida. Se requiere formar ciudadanos con carácter moral para estar en resistencia”.
La realidad venezolana
La directora general del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES-UCAB), Anitza Freitez sostuvo que la docencia es una actividad difícil en tiempos normales, pero la ausencia de políticas públicas que garanticen ciertas condiciones agrava la situación.
En este sentido, presentó la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida de la Población Venezolana (Encovi 2017) cuyos resultados arrojaron que la pobreza ha incrementado desde 2014. Además, entre 2015 y 2017, el acceso a la educación entre la población de 3 a 24 años, en promedio, descendió de 78 por ciento a 71 por ciento. Esto significa que poco más de 9,3 millones de niños y jóvenes en ese rango de edad asiste a clases y que más de 1 millón están fuera de la escuela. Mientras que en el caso de los jóvenes de 18 a 24 años, casi la mitad (48 por ciento) no estudia.
Además, seis de cada 10 jóvenes entre 18 y 24 años no acceden a la educación superior y cuatro de cada 10 niños y adolescentes entre 3 y 17 años (38 por ciento) dejan de asistir a clases por distintas causas, incluyendo problemas de transporte, apagones o falta de alimentación.
Ante estas circunstancias, el profesor e investigador Leonardo Carvajal expresó que se requieren acciones más efectivas y que los docentes tienen mucho por hacer. “Ser dueños de su ciencia y generar conciencia crítica dentro del aula. Se necesita liderazgo y formar ciudadanos con agudeza histórica”.
Otros casos: Brasil, Argentina y Cuba
Reconocidos profesores e investigadores como Alejandro Mendible y Catalina Banko, miembros de la Academia de la Historia; y Armando Chaguacedo, de la Universidad de León, Guanajuato; presentaron el contexto que han vivido países como Brasil, Argentina y Cuba, donde las casas de estudios han enfrentado regímenes dictatoriales.
Con respecto a Brasil y su situación política y social en 1968, Mendible reflexionó que “la universidad tiene un tema que es la nación. Tiene la conciencia para reflexionar”, esto quedó en evidencia cuando estallaron las contradicciones de la dictadura y se alzaron las universidades en Río de Janeiro.
Asimismo, Banko se refirió a Argentina y a su reforma universitaria de 1918, que trajo como consecuencia la expulsión de académicos reconocidos, profesores perseguidos y el control de las casas de estudio. Esto demuestra que las universidades son puntos de ataque para los gobiernos, porque desarrollan el pensamiento crítico.
Refiriéndose al caso cubano, Chaguacedo explicó que en procesos de ideologización “es importante la preservación del pensamiento autónomo y crítico, mantener la conexión con sectores populares y la defensa de los derechos fundamentales, como lo sigue haciendo la UCAB en Venezuela”.