Irving Briceño Pérez es un joven emprendedor que confía en las capacidades que tiene el país a pesar de la situación. Es egresado de la Escuela de Comunicación Social en el año 2016 y del Diplomado de Gobernabilidad, Gerencia Política y Gestión Pública; un programa auspiciado por el Centro de Estudios Políticos de la UCAB, en alianza con la George Washington University y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).

También es co-fundador y Director de Conocimientos del proyecto 1001 Ideas para mi país, organización que tiene por misión crear ecosistemas juveniles para sociedades innovadoras. Actualmente imparte clases en las materia de Comunicación Oral en la Escuela de Comunicación Social.

«La Católica me demostró que no importa de dónde vengas, importa hacia dónde te dirijas. En sus rincones experimenté el concepto de universidad: pluralidad, diversidad y creación. En sus salones, pasillos y jardines formé mi liderazgo.»

Para Irving Briceño, existen mil y un razones para justificar las razones para trabajar por Venezuela. «Es posible ser los protagonistas de los cambios que queremos ver en nuestro entorno, en nuestras realidades. Creo en el empoderamiento ciudadano. No podemos esperar que las cosas cambien para hacer algo; hay que hacer algo para que las cosas cambien».

De igual manera, afirma que su proyecto «1001 ideas para mi país» forma parte de esas cosas que se deben realizar para que los cambios ocurran en el país. «1001 Ideas nace para cambiar paradigmas, para demostrar que los jóvenes somos más que números, más que un bono demográfico; somos la materia prima de las sociedades innovadoras».

Asimismo apunta que la universidad fue vital para la organización y construcción de su proyecto. «1001 Ideas Para Mi País nació en sus aulas. La percepción de las juventudes es que lo público y lo social es algo aburrido, poco llamativo. Por ello, decidimos crear comunidades donde los jóvenes podamos participar, empoderarnos y multiplicar nuestro impacto a través de la innovación. En 1001 Ideas le debemos mucho a mi Alma Mater».

Briceño Pérez asegura que solo es un joven que sueña con transformar el mundo y no conoce cuál es la forma que tendrá su responsabilidad en el país del futuro, pero sostiene que está cultivando todos sus talentos para la Venezuela del mañana.